El cuidado de los cascos de su caballo en condiciones húmedas

Las condiciones húmedas pueden ser un desafío para el cuidado adecuado de los cascos, pero es fácil mantener a su caballo sobre una base sólida incluso durante períodos extensos de clima húmedo.

Cómo afectan las condiciones húmedas a los cascos

El suelo blando y húmedo puede afectar dramáticamente los cascos de los caballos. Cuando el suelo es muy blando, los cascos no se desgastan tan rápido y pueden crecer demasiado o de manera desigual. El equilibrio de un caballo puede verse afectado por el suelo blando y los cascos irregulares, lo que puede provocar dolor en las articulaciones, cojera o cojera, además de aumentar el riesgo de caídas. Con el tiempo, también pueden desarrollarse problemas de rodilla y cadera.

Si el suelo está cubierto de lodo espeso y pegajoso, los caballos pueden perder fácilmente las herraduras, lo que genera aún más problemas para andar. Los zapatos sueltos también pueden ser un problema, ya que los desechos se introducen debajo del zapato y causan irritación o infecciones.

Muchos caballos experimentarán el desprendimiento de ranas en condiciones húmedas a medida que pierden el callo en la parte inferior de los cascos. Esto es natural, pero puede provocar sensibilidad en los pies, lo que puede afectar el temperamento del caballo. Las infecciones más profundas, como la candidiasis bucal, también pueden desarrollarse cuando las patas de un caballo están constantemente mojadas.

Debido a que hay tantos problemas que pueden desarrollarse cuando los caballos se mantienen en condiciones húmedas, es importante tomar medidas para minimizar el exceso de humedad y ayudar a los caballos a mantener las patas secas y sanas.

Cuidado adecuado de las pezuñas en condiciones húmedas

Las condiciones de humedad pueden deberse a muchas fuentes, incluidas las lluvias estacionales, las inundaciones de emergencia, el drenaje deficiente, las tuberías con fugas o los establos mal limpiados. Sin embargo, independientemente de dónde provenga el agua, hay maneras de mantener los cascos de los caballos en las mejores condiciones.

  • Recorte los cascos con más frecuencia para minimizar el crecimiento excesivo o el desequilibrio. Los recortes cada 4 a 6 semanas son lo mejor, pero no se deben recortar más de 3/8 a 1/2 pulgada de pezuña a la vez.

  • Revise las herraduras del caballo todos los días para ver si hay clavos sueltos o que sobresalgan o falten. Si es posible, evite arrojar un caballo a cualquier pastizal o potrero con lodo espeso y profundo.

  • Use botas como una medida temporal para proteger la rana tierna de un caballo o en caso de pérdida o desprendimiento de una herradura, pero asegúrese de que las botas le queden cómodas y seguras para evitar estresar al caballo.

  • Mantenga la ropa de cama del establo limpia y seca para prevenir cualquier infección. Las virutas de madera y el aserrín absorberán mejor el agua, alejándola de las patas del caballo.

  • Inspeccione cada pie diariamente, verificando si hay algún olor, dolor, hinchazón o secreción. Si alguna de estas condiciones persiste, consulte a un veterinario para el diagnóstico y tratamiento.

  • Limpie las patas y los pies del caballo con una esponja para eliminar el barro, la suciedad y los escombros, en lugar de usar una manguera que obligaría al animal a estar parado en el barro durante el aseo.

  • Tome medidas para mejorar el drenaje en corrales, pastizales y a lo largo de los senderos de uso frecuente, y evite usar las áreas inundadas hasta que se hayan secado lo suficiente.

Al proporcionar el cuidado adecuado de los cascos, incluso en las condiciones más húmedas, es posible mantener el sonido y el paso fácil de cualquier caballo.


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